Siguiendo su viaje, el mismo personaje, Beremmiz Shamir se encontró con un pobre viajero, con las ropas desgarradas y gravemente herido.
Al ir a socorrerlo, explicó sus desventuras. Se llamaba Sal·lem Nasair, un rico mercader de Bagdad. Al volver de Basora junto a su caravana, hacía ya unos días, fué atacado por unos persas nómadas del desierto. Casi todos sus empleados murieron, y él pudo salvar la vida al ocultarse en los cadáveres. Al finalizar el relato, preguntó:
-¿Traéis quizá algo de comer? Me muero del hambre...
-A mí me quedan tres panes - respondió el acompañante de Beremmiz.
-Yo todavía llevo cinco - dijo Beremmiz.
-Os ruego que juntemos los panes y realizemos un reparto equitativo. Al llegar a Bagdad, prometo pagar con ocho monedas de oro el pan comido.
Y así lo hicieron.
Al llegar a Bagdad, y para cumplir la promesa que había realizado, dijo:
-Recibirás cinco monedas por tus cinco panes. Y tú, tres por los tuyos.
Pero Beremmiz, objetó:
-¡Perdón! Esa división, realizada de modo muy sencillo, no es matemáticamente cierta. Si yo entregué 5 panes, he de recibir 7 monedas, y mi compañero, que dio los 3 suyos, debe recibir solamente una.
¿Te ves capaz de dar sentido a esa división? Tienes de tiempo hasta el 26 de enero, cuando se publicará la solución y se propondrá un nuevo problema de lógica. El nombre de los tres con más puntos aparecerán en la página principal del blog. Recuerda enviar tu posible solución a dmarin@j23.fje.edu MUCHA SUERTE!
SOLUCIÓN:
Si cada vez que tenían hambre, al sacar un pan, lo dividían en tres trozos, podemos decir que Beremmir aportó 5x3=15 trozos, y su compañero de viaje, 3x3=9 trozos. Si cada uno comía lo que le tocaba, Beremmir acabó comiendo 8 trozos, y dejando 7 para los demás, su compañero también comió 7 trozos y así aportó uno, 7+1 que son los 8 trozos que comió el rico mercader atacado. De ahí que 7 monedas debiesen ser para Beremmir y 1 para su compañero.
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